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lunes, 21 de marzo de 2011

¿ENRIQUECIMIENTO O CONTAMINACIÓN DEL VOCABULARIO? (I)

Os voy a hacer partícipes de un debate en el que participé recientemente: Justo cuando alguien obtiene licenciatura en Derecho ¿es abogado?

Podréis pensar que es una tontería, porque realmente lo es, pero ¿cual es vuestra opinión al leer esta parte del texto? Tomaros un instante y pensar que responderíais.

Abogado

Pues bien, durante la conversación, cualquiera se podía dar cuenta que lo que se debatía no era un problema de menosprecio a aquel que acaba de terminar dichos estudios, como he llegado a creer más tarde que pudo interpretarse, sino un problema de vocabulario coloquial.

Retomando el ejemplo de la pregunta hecha al principio de este post: Justo cuando alguien obtiene una licenciatura en Derecho ¿es abogado? La respuesta es no.

Quizás a muchos, esto le suene raro, pero como todos los abogados son licenciados en derecho, muchas personas lo simplifican pensando que todos los licenciados en derecho son abogados, y no es así: Según la definición de abogado, se puede extraer que abogado es aquel que ejerce la abogacía, la profesión de defender jurídicamente a otros, además de estar reconocido de esta manera legalmente (sí, por los propios “abogados”).

Entonces ¿Por qué muchos de nosotros hubiéramos pensado que el que estudia una licenciatura de Derecho estudia para abogado?

Cuando conversamos en ámbitos coloquiales, tendemos a simplificar las cosas, sobre todo ante personas que no entienden mucho del tema que se está tratando. Absolutamente todo el mundo ha simplificado su vocabulario de esta manera: decimos voy al fútbol en vez de voy a jugar un partido de fútbol, o voy a hacer informática en vez de voy a estudiar la titulación de Ingeniería Informática.

Tan común es esa simplificación, que seguro todos hemos escuchado alguna vez que “Pepito estudia para abogado”, refiriéndose inequívocamente a que estudia la Licenciatura de Derecho, y siendo entendido por casi cualquiera que los oiga.

Pero el planteamiento que motiva este post es ¿hasta qué punto es bueno el uso de estas simplificaciones?

Pues bien, por un lado, no cabe duda que si el objetivo del lenguaje es comunicar un mensaje a otra persona, estas simplificaciones o incluso metáforas son una herramienta más que ayudan a comunicar nuestro mensaje a otra persona. En ese sentido, cuando una de las personas tiene un vocabulario limitado en ciertos temas o de manera general, es lógico hablar con pseudosinónimos y metáforas coloquiales para hacernos entender. Yo diría incluso que a veces es necesario.

Pero insisto: cuando uno de los participantes tiene un vocabulario limitado o en situaciones y términos coloquiales.

CONTINUARÁ EN EL SIGUIENTE POST: ENLACE

IMAGEN: Fernando Carmona

2 comentarios:

  1. En lo de la informatica me ha tocado la fibra...
    La de veces que he dicho que estudio Ingenieria Informatica (y no solo coloquialmente si no tambien en entrevistas para empresas que supuestamente se dedican a las Tecnologías de la Información) y me preguntas que si es la carrera....:facepalm:....ganas de contestar: No el curso de CCC.

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  2. Sí, pues a cosas de esas me refiero: es que ni siquiera el encargado de RR.HH. de muchas empresas sabe diferenciar un grado superior de una ingeniería.

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